Los niños fallan la prueba de oximetría de pulso cuando la saturación de oxígeno de su sangre es más baja de lo esperado. Los bajos niveles de oxígeno en la sangre pueden ser causados por muchos problemas incluyendo la Enfermedad Cardíaca Congénita Grave (siglas en Inglés CCHD). Todos los bebés que fallan la prueba deben ser examinados por un proveedor de salud y pudiesen necesitar un ecocardiograma para evaluar la CCHD.
Un ecocardiograma, también conocido como un ultrasonido cardíaco, es uno de los exámenes más comunes usados para diagnosticar enfermedad cardíaca congénita. Los ecocardiogramas usan ultrasonido para crear imágenes del corazón y también pueden medir el flujo de sangre usando tecnología de ultrasonido Doppler. Esto permite una evaluación precisa de la estructura y función del corazón.
Un técnico especializado en ejecutar ecocardiogramas usará un sensor de ultrasonido para tomar imágenes del corazón de su bebé. Este examen es muy similar al ultrasonido de su bebé que usted pudo haber tenido durante su embarazo. Al igual que los ultrasonidos, los ecocardiogramas son no invasivos y no le van a causar ningún dolor ni incomodidad a su bebé. No existen ningunos riesgos conocidos o efectos secundarios de los ecocardiogramas.
Los ecocardiogramas se les hacen a los recién nacidos en muchos pero no todos los hospitales. Si su bebé nace en un sitio donde no hay ecocardiogramas disponibles, lo pudiesen referir a un hospital donde le puedan hacer este examen. Una vez hayan hecho el ecocardiograma, un cardiólogo pediátrico interpretará los resultados. Si no hay un cardiólogo pediátrico en el hospital donde le hicieron el ecocardiograma, los resultados serán enviados digitalmente a un hospital que tenga un cardiólogo pediátrico.
No importando dónde se haga el ecocardiograma y dónde se interprete, el proveedor de salud de su bebé y el cardiólogo pediátrico estarán en continua comunicación acerca de los resultados del examen.
